Un silencioso acto de vandalismo, una pequeña venganza
con el humor fácil como herramienta,
contra lo que
día a día nos obligan a consumir visualmente. Ninguna pretensión mas allá de esto.

jueves, mayo 31, 2007

Los pibes de hoy no se comen una…


Sigue sorprendiéndome como han cambiado las cosas para los chicos.
Quizás no haya tanto espacio para la fantasia, pero en su lugar hay un pragmatismo que a veces sorprende.
Como pueden ver en este testimonio que les acerco, este pebete sabe lo que quiere y como conseguirlo. Nada de Reyes o Papá Noel como algún abombado que ya hemos repasado aquí; el gurí va directo a Súperman.
Le espera un futuro venturoso, quizás como conductor de algún programa de Sofovich, Secretario general de algún sindicato o quien sabe, quizás hasta Presidente de la Nación…

lunes, mayo 28, 2007

Los gajos del oficio II


Como hemos visto en otra ocasión, esta chica tiene una preocupante tendencia a los accidentes anales.
Algunas teorías psicoanalíticas tratan sobre la carga emotiva que conllevan determinados nombres que en algunos casos se transforman en mandatos a cumplir. Al parecer este sería el caso de Dolores.
Miren si sera grave la situación, que en su familia y círculo de amistades, su retaguardia es conocida como “el triángulo de las Bermudas”; ya que con su torpeza a la hora de tomar asiento ha hecho desaparecer toda clase de objetos.
Dentro de la extensa lista de abducciones podemos encontrar:
- Llaveros
- Cepillos de dientes
- Autitos de colección
- Teléfonos celulares
- Controles remotos varios
- Cámaras fotográficas
- Tomos de la enciclopedia Británica
- Canarios con jaula mediana
Hay algunos especialistas que aventuran que se podría tratar de un extrañísimo caso de cleptomanía.
El Dr. Batty afirma que en estos orificios ha encontrado mas variedad de objetos que los hallados en los estómagos de algunos los tiburones.

jueves, mayo 24, 2007

Materiales peligrosos


Está demostrado científicamente que consumir determinado material puede conducir a la catatonia seguida de muerte; ya sea por interrupción de la actividad cerebral por lo boludo de su contenido, o por el descenso de la actividad cardíaca por lo embolante.
Junto a un grupo de notables (es notable lo feos que somos) hemos elaborado un top ten de lo que debemos evitar si queremos seguir con lo que entendemos como vida. Cabe aclarar que hay gente que murió y todavía no se ha dado cuenta*.

1- Gran Hermano (Standard, de Famosos, de Policías, de Accidentados Terminales, de etc.)
2- La estación de radio FM “Vale”
3- Los programas de Juan Alberto Badía (en cualquier formato)
4- La columna de la revista “Viva” de Tamara Di Tella
5- El Blog de Tamara Di Tella
6- Tamara Di Tella
7- El programa “La Cornisa” de Luis Majul
8- La Cumbia y sus secuelas televisivas
9- Bailando por un sueño, Patinando por un sueldo o Boludeando por una suprema maryland
10- Los libros de Victor Sueiro

Estais avisados.

* Pequeño test para saber si Ud. ya murió:
- Cree que con la “convertibilidad” estábamos mejor?
- Si Menem sobrevive y se presenta para las próximas elecciones, ud. lo votaría?
- Se divierte viendo a Tinelli?
Si las tres respuestas son “si” lamento informarle que está ud. bien muerto.

Ultimo momento: nos informan que la visión directa y sin previo aviso del rostro de Guillermo Cherashny podría provocar la muerte súbita.

domingo, mayo 20, 2007

Hongo al cuadrado


Hace unos días me compré un microondas y todavía me estoy familiarizando con él.
Nunca imagine que estos artefactos brindaran tantas posibilidades mas allá de calentarte el desayuno o los ravioles fríos de ayer.
Trae un recetario muy completo e interesante, para preparar comidas para todos los gustos.
Esta noche voy a cocinar unas tartitas buenísimas; el tema son los ingredientes.
Hay que tener cuidado porque algunos pueden ser venenosos.
El secreto está en tomarse el tiempo necesario para examinarlos detenidamente; uno por uno…

jueves, mayo 17, 2007

Placeres privados


¿Quién en soledad no ha expelido un gas bajo el agua y se ha muerto de risa al ver las burbujas explotar en la superficie?
¿Ah, no?
¿Cómo que no probó?
Lamento informarle que Ud. está mas perdido que el viejo de la publicidad de Coca Cola…
¿Que otras cosas no probó?
A propósito; ¿nunca eructó con ganas luego de un vaso de gaseosa?
¿Nunca viajó de colado en el tren?
¿Nunca imaginó los delitos que cometería si fuera invisible?
¿O si pudiera detener el tiempo?
¿Nunca lamió una herida disfrutando el ardor que esto le provoca?
¿Nunca robó algo en un supermercado?
¿Nunca imaginó a gente famosa defecando?
¿Nunca fantaseó con la idea de entrar a su trabajo e ir directamente a la oficina de su jefe/gerente/amo y escupirle todo lo que piensa de él y mandarlo a la recalcada concha de su madre?
¿O entrar a su trabajo con una escopeta?
¿Nunca deseó en secreto a una mujer u hombre imposible?
¿Nunca planificó detenidamente el asesinato de alguien que a su juicio lo merecía?
¿Nunca disfrutó la implacable decrepitud física que corrompe lentamente hasta la muerte a antiguos dictadores, asesinos y traidores?
Lamento informarle que ud. todavía no ha vivido.
¿Cuantos años me dijo que tiene?
Apúrese que todavía está a tiempo.
Ponga a llenar la bañera.

lunes, mayo 14, 2007

Los reyes son los padres


Desde su infancia, Cándido Giménez parecía estar condicionado por su nombre.
Su inocencia siempre estaba varios peldaños por detrás de las de otros niños de su misma edad.
En los primeros años de su educación primaria fué blanco permanente de las burlas de sus compañeros, ya que cuando jugaban a las escondidas, Cándido en lugar de correr a buscar un lugar seguro en donde esconderse, se quedaba en el medio del patio de recreos muy quietito, con los ojos tapados en la creencia de que como él no veía a sus compañeritos, estos tampoco podían verlo a él. Nunca dejaba de sorprenderle la habilidad de los otros niños para encontrarlo cuando escuchaba “piedra libre para el pelotudo de Cándido!” justo antes de recibir un empujón o una patada en el culo.
Promediando los años de secundaria, Cándido defendía con fervor la existencia de Papá Noel y el Ratón Pérez ante sus compañeros, que cuando se cansaban de burlarse, solían escupirle su almuerzo o golpearlo con el puño cerrado en la boca para que pusiera alguna pieza dental bajo la almohada.
Para cuando ingresó a la universidad todavía no había tenido contacto alguno con el sexo opuesto y cuando sus amigos, para divertirse le preguntaban como venían los niños al mundo, este se descolgaba con un confuso mix entre la cigüeña, los repollos y el hombre de la bolsa.
Ya pasados los veinte años, este estado de inocencia que a esta altura había derivado en pelotudez, le jugó realmente una mala pasada.
Había ido entusiasmadísimo a ver el pesebre viviente que organizaba la Municipalidad de Ranelagh, en donde por fin conocería en persona a Melchor, Gaspar y Baltasar. Había ido absolutamente solo, ya que a esta altura ni su madre lo soportaba. Luego de haber hecho la cola junto a niños que no superaban los 5 años y el metro diez de altura, Cándido con veiticinco y su metro ochenta y dos por fin vió cara a cara a esos tres personajes que lo habían desvelado las noches de los primeros días de Enero desde que tenía uso de memoria.
Ahí estaban Melchor, Gaspar y Baltasar, y sus fieles camellos para los cuales había juntado agua y pasto cada año.
Las raídas vestiduras, los toscos modales y hasta el rancio olor a vino de caja que despedían los tres reyes no desalentó en absoluto al muchacho que estaba emocionado hasta las lágrimas.
Una vez frente a Melchor, este lo miró de arriba abajo durante unos segundos para luego acercarse a cinco centímetros de la cara de Cándido y decirle: “y vo’ quiacé acá?”
El jóven, invadido por la emoción le respondió con una voz levemente aflautada: “después de tantas noches de desvelo, vine a conocer a mis reyes”
Melchor vovió a semblantear a Cándido de arriba abajo con los ojos inyectados en sangre. Luego dirigió la vista a sus compañeros con una desdentada sonrisa a la que Baltasar (un senegalés indocumentado) le respondió en un paupérrimo castellano: “deci que venga que muestro cameio”
El jóven emocionado accedió a la invitación y se apresuró a pasar detrás del improvisado pesebre.
De a uno entonces fueron pasando a la trastienda los monarcas para explicarle detenidamente la dolorosa verdad de la vida; que los Reyes Magos no existen, que ellos estaban cumpliendo una “probation”, que Papá Noel tampoco pero que igualmente estaba viniendo en el 603 a visitarlo, y que la semillita para hacer bebés se aplicaba con “eso” que Baltasar blandía entre sus manos cual espada mandoble.
Fue un crudo espectáculo sobre el cual no queremos entrar en detalles; el caso es que hoy en día, este pibe no te cree ni en Dios.

jueves, mayo 10, 2007

Pequeños delincuentes


Ya hemos advertido en este espacio sobre los peligros intrínsecos que encierran los niños.
Hoy nos ocupa un fenómeno que quizás nunca haya sido tratado con la seriedad que merece, que es el de los no tan niños que aparentan serlo debido a un escueto desarrollo de sus cuerpecitos; ya sea por genetica o por algún desarreglo hormonal.
Hace poco pudimos ver por televisión las violentas disputas entre dos colegios históricamente enfrentados (el Vieytes y el Huergo) en donde resaltaba la figura de un adolescente apodado “El Peque” quien a primer golpe de vista aparentaba unos saludables ocho años. Resulta que este pibe es uno de los mas jodidos del colegio a pesar de su breve tamaño y de haber sido definido por su propio padre como “un nene de metro veinte y treintaicinco kilos de peso que no puede asustar a nadie”.
Quien no ha visto de cerca algún caso similar?
Yo sin ir mas lejos recuerdo un compañerito de sexto grado, el mas chiquito de todos, quien con una dulce expresión era capaz de hacerle comer al mas grandote sus propias heces directamente del inodoro del baño del colegio.
Mas tarde, ya en el industrial, conocí al “Chiquito”; un pibe mas malo que la mierda, temido por todos los profesores a pesar de su apariencia de eterno niño rubio y angelical.
De todos los casos conocidos, seguramente el mas extremo es el de Gabrielito “Pie Pequeño” Galíndez.
Como podemos ver en el documento fotográfico, Pie Pequeño aparenta tener unos escasos cuatro años.
En realidad se trata de un hombre de treinta y ocho, con tres hijos reconocidos y un pedido de captura por homicidio en circunstancia de robo automotor.
Aquí podemos verlo gracias a una cámara oculta, cobrando peaje en los “pasillitos” de Villa Fiorito, en donde regentea el mas importante desarmadero de zona sur.
Como verán, Pie Pequeño solo tiene en común con un nene de cuatro años el tamaño y el nivel educativo.
La regla parecería ser entonces; cuanto mas chiquito mas peligroso.
A cuidarse entonces de los niños; si tienen sombra de barba y la voz como el Coco Basile ojo que pueden ser un señor.

domingo, mayo 06, 2007

Los gritos de la moda II


Definitivamente estoy convencido de que la presión que ejerce hoy en día la tiranía de la moda se esta volviendo peligrosa en progresión logarítmica con el paso del tiempo.
Ya se ha vuelto moneda corriente el enterarnos de los muchos casos de adolescentes que caen en serios trastornos alimenticios para poder entrar en los diminutos talles que les imponen desde las principales vidrieras.
Esto produce un defasaje en la percepción de la propia imagen; siendo este fenómeno el responsable de que personas extremadamente delgadas se vean gordas frente al espejo. Este desconocimiento del propio cuerpo lleva a conductas aberrantes cuya faceta mas conocida es la de la bulimia y la anorexia, que lentamente deterioran a la persona afectada llevándola finalmente a la muerte.
Sin embargo hay un fenómeno ligado a estos trastornos de conducta que encierra un peligro mucho mas inmediato que la lenta agonía de las patologías antes mencionadas.
Se trata del “síndrome de la cintura de pollo”.
El individuo afectado por esta alteración perceptiva se la pasa obsesionado por bajar el perímetro de su cintura hasta límites absurdos.
Esta patología no lleva al enfermo a dejar de comer, sino a subir mas y mas la cintura de sus prendas en dirección al cuello, donde el diámetro sensíblemente menor los lleva a un estado de euforia orgásmica que inevitablemente deriva en el propio estrangulamiento.
Una conocida víctima de esta confusión anatómica entre la cintura y el cuello sería Michael Hutchence, quien le habría agregado al cinturón homicida diecinueve agujeritos en dirección a la hebilla.

jueves, mayo 03, 2007

El desmitificador V


Otra vez Facundo, otra vez sus desconocidas facetas que lo convierten el poco menos que un hombre común y silvestre.
Aqui les presentamos la evidencia de que el muchacho no solo es un fiel seguidor de la doctrina de Onán, sino que con estas prácticas solitarias ha llegado a lesionarse uno de sus miembros (la muñeca en este caso).
Si bien esta actividad, aunque condenada, es totalmente normal en un hombre sano; en el caso de llegar a prodicir daños físicos estaríamos hablando de una práctica compulsiva casi patológica.
Imagínense por ejemplo chicas, que llevan a Facu a cenar a la casa de vuestros padres para que estos conozcan el bombón que se está comiendo la nena; y en el momento en el que mami se acerca para levantarle el plato vacío de vitel tone se encuentra conque el pibe se esta haciendo un paragüita bajo el mantel mientras le mira fijamente las tetas.
Un auténtico impresentable.