Un silencioso acto de vandalismo, una pequeña venganza
con el humor fácil como herramienta,
contra lo que
día a día nos obligan a consumir visualmente. Ninguna pretensión mas allá de esto.

martes, septiembre 29, 2009

Vandalismo práctico – Tibio humor inglés


Pongamos el caso de que usted es la hija de un ex Beatle (suponiendo que usted es mujer y que se pudiera alcanzar la categoría de ex Beatle incluso después de muerto)
Imagínese entonces que es la hija de uno de ellos; de los que quedan vivos y que no son Ringo Starr, para ser mas precisos.

Sería lógico imaginar que para usted, Stella (puedo llamarla Stella ya que estamos en tren de suposiciones?) esa chirusa de Heather Mills nunca le cerró, considerando que lo único que quería era colgarse del bajo de su padre, al cual no estima tan anciano como gagá.

Seguramente mojó sus bragas de la risa, al enterarse de aquel episodio en la pileta, en el que unos niños confundieron su prótesis con un flotador, o el mas reciente incidente en un supermercado.

Es muy probable que al enterarse del divorcio contradictorio y las costas resultantes para su padre, se haya muerto de ganas de injuriarla cayendo en las malas armas de señalar con el dedo la conocida disminución física de Mrs. Mills.
Por suerte ud. es una auténtica British Lady, que ni bajo los influjos del alcohol barato caería en semejante actitud digna de un kelper.

De todas formas la mosca maldita se queda rondando su cabeza y la siente joder detrás de la oreja.
Llama a la agencia publicitaria y les describe con precisión la idea que se le acaba de ocurrir para la línea deportiva diseñada para Adidas.

Y llega justo a tiempo para el cierre del último número de HOLA.

Cuando se la traen con el desayuno del domingo sonríe pensando “Tomá renga de mierda, para vos, en página impar y en colores”.

Y se siente feliz pensando que seguramente se la deben llevar en cada control de alcoholemia en el que le pidan que haga el 4, y le dedica el ruidoso primer sorbo de su te.

miércoles, septiembre 16, 2009

Grafitti de baño; azulejo 6

"MIENTE, MIENTE QUE ALGO QUEDARÁ"*

Gracias a ella y de la mano de los operadores de turno, se repartieron la torta a principios de nuestra última década infame.

Gracias a la impunidad con la que ella los bendijo nos convencieron de que lo mejor era entregar nuestras comunicaciones, nuestros trenes, nuestras aerolíneas, nuestro petróleo a la administración privada, extranjera.
Y así nos vendieron que el mejor cuidador de nuestro rebaño iba ser el lobo hambriento.

¿Como no van a defender con uñas y dientes la ley de Videla, que les permitió entregar nuestro país de la forma mas abyecta que podríamos haber imaginado, a cambio de un muy suculento beneficio?

Como no va a molestarles esta Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual como una viruta de hierro clavada en el ojo.

Si lo pensamos bien, es natural que se retuerzan tirando zarpazos ciegos como una bestia de presa enjaulada (con perdon de las bestias de presa enjauladas)

Y que lleguen a la sinvergüenza de enarbolar a la libertad de prensa, quedando ante el mínimo análisis como pedófilos hablando sobre los derechos de los niños.

Ellos, los dueños de la verdad de cartapesta de la derecha mas recalcitrante.
Los dueños del papel prensa y de los hijos amputados por la dictadura genocida.

Por estas horas los vemos como descargan su mas desesperada artillería de falacias, fuera de quicio, como vampiros ante la luz del día (con perdón de los vampiros a la luz del día).
Con ese ejército interminable de mercenarios que aspiran al empleado del mes, que causan mas asco que indignación.

Hoy es un día importante, casi de fiesta, diría.
Porque con esta ley seguro, seguro que vamos a estar mejor.



*Joseph Goebbels – Ministro de propaganda de Adolf Hitler en la Alemania Nazi

miércoles, septiembre 02, 2009

Panchotto Models IX


Elisa Coprofaginni, ya desde pequeña tuvo problemas de relación.
A pesar de ser una niña simpática y agraciada nunca pudo sostener en el tiempo un grupo de amiguitos.
Quizás la respuesta a esta solitaria niñez, se encuentre en lo que sus compañeritos de escuela le preguntaban de lejos: “Que comiste, retazos de momia?
La respuesta era que Lilita sufría de una halitosis congénita, tan precoz como feroz.

Sus padres sospecharon tempranamente que algo ocurría con la niña cuando con el vaho de sus primeros provechitos logró despegar un par de azulejos de la cocina.

Ya en el jardín de infantes comenzaron sus primeros problemas de relación con una tragedia.
La víctima fue el pobre Manuelito, quelonio que oficiaba de mascota de la salita verde; que en ocasión de un intento de beso por parte de Lilita, no consideró que fuera suficiente protección el esconderse dentro de su caparazón, razón por la que se lo quitó para escapar corriendo de la niña, encontrando la muerte, desnudo, a pocos metros de la puerta del jardín.

En la escuela primaria, las circunstancias la llevaron poco a poco a terminar sola en el fondo del salón.
La maestra se quejaba de que con su aliento le percudía el blanco guardapolvos y de que la tiza se desprendía por completo del pizarrón cuando la niña hacía alguna acotación.

Para cuando llegó a la escuela secundaria, Lilita había desarrollado un gran carisma para compensar su problema. Esta virtud sumada a los buches diarios de CIF Oxigel recomendados por su odontólogo propiciaron que mas allá de todo pronóstico, la púber se relacionara con Ariel, el que sería su primer noviecito.

Pero lamentablemente la desazón llegó demasiado pronto.
Al cabo de unos meses, los padres de Ari, le prohibieron seguir frecuentando a Lilita, dado que estaban hartos de tener que cambiar una y otra vez los lentes orgánicos del chico que quedaban percudidos hasta la opacidad; aunque el motivo mas determinante fue la fortuna gastada en reponer la ortodoncia del muchacho todos los lunes, porque luego del fin de semana terminaba oxidada como el paragolpes de un Siam Di Tella´64 abandonado en un desarmadero.

El tiempo siguió pasando y justo cuando Lilita creía que debido a su aliento la vida también le daba vuelta la cara, apareció en su camino el Sr. Panchotto.

Hoy en día podemos verla en la apertura de los desfiles agropecuarios de la Sociedad Rural Argentina, interpretando un número muy bonito en el que separa la paja del trigo transgénico silbando canciones de Turf.

Lo que ayer fue un problema para Lilita, hoy es quizás la tabla de salvación económica de su vida, ya que actualmente se encuentra en tratativas con Monsanto que querría comprarle los derechos para la patente.

Hoy la vida por fin le sonríe sin barbijo a Lilita, y hasta parece que el Flaco Spinetta conmovido le compuso una canción que se llamaría “Muchacha aliento de Glifosato”…