Un silencioso acto de vandalismo, una pequeña venganza
con el humor fácil como herramienta,
contra lo que
día a día nos obligan a consumir visualmente. Ninguna pretensión mas allá de esto.

miércoles, abril 29, 2009

Chanchooo… va!


Siendo el día 29 de Abril de 2009, tenemos el triste deber de informar a la población, que se ha detectado el primer caso de “Resfrío del Cerdo” en nuestro país.

El paciente masculino, cuyo nombre todavía no ha trascendido, se encuentra internado en la guardia del Hospital Zubizarreta; y según informaron las autoridades del citado nosocomio, el mismo provendría de la zona de Ciudadela; motivo por el cual nuestro Kaiser Mauricio H estaría evaluando la posibilidad de construir un muro electrificado a lo largo de toda la avenida General Paz.

Según el muestreo a nivel mundial, se trataría de un mal que ataca solo a los hombres, encontrando su primera justificación científica en que por algo se llama Resfrío “del Cerdo” y no “de la Cerda”.

La detección de la cepa activa en el individuo, estuvo a cargo de la enfermera Mafalda Navarro Montoya, quien rápidamente identificó los síntomas; los cuales nos da a conocer brevemante para que nosotros también estemos alerta frente a esta nueva pandemia de género.

En la primera etapa de la enfermedad, el individuo masculino, ante la presencia de una mujer (en un amplio espectro que puede ir desde Ingrid Grudke hasta su propia madre), no puede evitar que se le vayan los ojos indiscretamente dentro del escote, debajo de la falda o montado en el trasero de la misma. Este síntoma viene acompañado de un profuso sudor en las manos y un peligroso aumento de la salivación que en casos extremos puede llegar a provocar la muerte por asfixia; ahogándose el individuo en su propia baba, cual Jimi Hendrix en su vómito.

Para cuando la afección se encuentra en su apogeo, el hombre afectado, en ocasión de cruzarse con una fémina no puede evitar pronunciar las aberraciones mas oscuras que cobren forma en su mente transpirada; expresiones dignas de un chofer de camión jaula circulando un jueves a la noche por camino negro en busca de travestis.
En este punto no se discrimina el blanco de la pornográfica verborragia, siendo alcanzadas por esta (la verborragia, se entiende) adolescentes de jumper o compañeras de primaria de la señora Legrand por igual; llegando a victimizar incluso la misma Mafalda Navarro Montoya, a pesar de su bozo semejante al de Aníbal Fernandez, su calvicie incipiente y la preocupante cercanía de sus nalgas y sus talones.

En este punto podemos decir que el mal eclosiona, convirtiendo al afectado en lo que comunmente conocemos como un “auténtico cerdo”.

Hasta el día de hoy no existe vacuna desarrollada; y es por eso que presentada la enfermedad, el único tratamiento viable es el de esperar que esta cumpla su ciclo; ya que al fin y al cabo, a todo chancho le llega su San Martín.

Como en tantas otras enfermedades, el método mas eficaz para combatirla es la prevención. Para tal efecto, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ha desarrollado estas prácticas y cómodas máscaras antigérmenes, fabricadas a partir de resagos de la guerra del Golfo, en una maniobra con el que aspira a quedarse con la chancha y los veinte.
Si bien no está probada su eficacia, en el caso de contraer el mal con la máscara puesta, por mas barbaridades que espete el usuario, lo mas probable es que ni dios se las entienda.

Así estamos entonces, amigas, amigos.
Quizás el mejor negocio sea sentarse a esperar que venga la ola; ya que cualquier cosa que hagamos puede resultar como tirarle margaritas a los chanchos.

En tal caso: Felíz día del animal, hermanas, hermanos!

Y no se olviden, que la culpa no es del chancho… oink!

viernes, abril 17, 2009

Viaje Alucinante V


Etelvina era una típica profesora de Francés de una escuela privada.
Típicamente explotada por sus patrones, según los patrones de explotación vigente; debía completar sus ingresos con unas horas extras como promotora de perfumes “Lacome” en el Shopping Caballito.
De esta forma, su día laboral transcurría entre las gracias de sus alumnos (empeñados en alterar las canciones que ella les enseñaba, arribando a rimas del calibre de “Alouette, te rompo el ojete”); y las largas horas parada sobre tacos en la puerta de la perfumería, comprando en cuotas un hermoso juego de várices para lucir en los años por venir.

En este último y estóico puesto de trabajo, luego de perseguir a una anciana por medio shopping, ofreciéndole una muestra de la nueva fragancia “Aqua di Upite”, se produjo el siguiente intercambio.

- Lindo el perfumito, nena. Y sabés que? que te voy a devolver la gentileza. Querés probar ahora vos?

Y dicho esto, la buena señora le extendió a Etelvina un paquete que extrajo de su raído gamulán.

- No lo abras acá, percanta, que vamos con pito y galera.

Etelvina guardó el paquete entre sus ropas y la anciana se marchó.

Ya en su casa abrió el envoltorio, encontrando en su interior un imponente canelón de chotacabra y ricota, que tenía tostado en su longitud “recuerdo del Gato Dumas”

Ni lerda ni perezosa, Etelvina encendió la punta del petardo con la llama piloto del calefón, y se tiró a degustarlo en el puff del livincomedorcocinadormitorio, de su monoambiente de Once, mientras miraba “Valientes”.

Los efectos devastadores del canelón en su psiquis no tardaron en hacerse presentes.
La primera manifestación estuvo dada por la sensación de que a Mariano Martínez le salía credible el papel de tierno analfabeto, concluyendo en una discusión con el perchero sobre la necesidad de ternarlo para un Oscar.

Lo que siguió no fue mejor.

Diez minutos después de la última pitada, Mauricio; (el cobayo que poseía Etelvina como única compañía viva en su departamento) comenzó a argumentarle sobre la necesidad de construír un muro en el medio del departamento, para impedir el paso de perfumes de países limítrofes, que pretendían ingresar a su casa para vengarse de ella comiéndole todas las galletitas óreo y sorbiéndole hasta la última gota de líquido encefaloraquídeo.

Para cuando la puerta de entrada se derribó, dejando entrar una turba enardecida de envases de perfume zombies; Etelvina solo había podido apilar en el medio del living su colección de Muy Interesante, una banqueta plegable, la jaula de Mauricio y el diploma de la Alianza Francesa, a modo de precaria valla de contención.

En un intento desesperado para eludir el ataque, Etelvina se subió a la banqueta plegable, la cual cedió bajo su peso, proyectándola en caída libre por la ventana mas cercana.

Quiso la suerte que no fuera a dar directo al pavimento, y que Etelvina rebotara en el fuelle de un colectivo 132 extra large; para terminar embocándose en un camión compactador de Covelia, sin que sus operadores notaran el incidente porque estaban distraídos calificando el trasero de una señorita que cruzaba la av. Rivadavia.

Etelvina terminó compactada y hoy forma parte del CEAMSE.


Moraleja:
La droga, y los camiones de basura son un viaje de ida.
La basura y los camiones de droga son un negocio rentable.
Fumar en compañía de un cobayo puede costarte la vida.
No es un buen negocio pararse sobre una banqueta plegable.