EL DIA DESPUES, SEIS AÑOS DESPUES:
Hoy 21 de diciembre de 2007, me levanto para ir a laburar como todos los días.
Como todos los días prendo la tele y mientras desayuno miro los highlights y el pronóstico del tiempo.
Y ahí estan hoy nuevamente.
Decenas de testimonios recogidos por los cronistas con la formula segura de tender el tramayo en el paso angosto del río.
Ahí donde los peces se embotellan, y en la red tejida por los manipuladores de siempre, se convierten en pescados.
Ahí están hoy nuevamente.
Decenas de argentinos diciendo cosas como estas:
- En este país siempre pasa lo mismo; no se porqué no se manifiestan de otra forma y sin joder a nadie.
- Yo no llego a mi trabajo; quien me paga lo que me descuentan por llegar tarde?
- No tendrían que permitir estas cosas, esto es un caos, a ver que hace el nuevo gobierno al respecto.
- En Inglaterra si hacés esto te cortan el cuello, en cambio acá es una joda.
- Hace 45 minutos que estoy acá, así no se puede vivir, algo hay que hacer!
Hoy nuevamente.
Miles y millones se olvidan que hace seis años poco importaba llegar tarde a ningún lado.
Que hace seis años morían personas en la calle, asesinados como animales en cotos de caza distribuídos por las principales ciudades del país.
Algunos, olvidan que con ese puto individualismo que ostentan llegamos a lo que llegamos hace seis años.
Y que es el mismo con el que respaldamos los diez años anteriores de silencioso genocidio convertible, como efecto colateral del cartón pintado que comprábamos por segunda vez.
El mismo individualismo que miró para otro lado, cuando treinta años atrás se nos venía la noche que se llevaría la buena semilla para plantarnos en su lugar el miedo.
Otros, directamente blanden los argumentos del facho argento que solo me producen la violencia vomitiva de Alex de Large luego del tratamiento Ludovico.
Sinceramente no puedo creer que sigamos nadando en este río encandilados por la superficie; esa que nos llama para terminar flotando en ella, como peces muertos.
Este país se autodestruirá.
2… 1… Cero.
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