Government Warning

Todos en mayor o menor medida conocemos los peligros del consumo de sustancias como el alcohol o el tabaco durante el embarazo. Incluso en muchos países es ley expender estos productos con la advertencia correspondiente en sus envases.

Si hablamos de estimulantes, legales o ilegales, empieza a jugar nuestro criterio e incluso en algunos casos nuestra educación al respecto; pero daremos por descontado que un altísimo porcentaje de los lectores de este espacio, conocen los riesgos que implica su consumo para una embarazada.

Entrando en el terreno de los alimentos nos encontramos con la preocupante realidad de que estas advertencias no existen, dado que supuestamente todo lo que es considerado “alimento” por definición no puede ser nocivo. A pesar de esto, algunos de nosotros sabemos que tal definición no es tan ajustada, ya que muchas de las cosas que nos llevamos a la boca se encuentran manipuladas genéticamente, o han sido tratadas con productos pesticidas, por citar solo un par de ejemplos.

Tal es el caso del desconocido peligro que encierra el consumo de “Paté de Pingüino amaestrado” durante el embarazo.

Los niños esquimales nacidos bajo estas circunstancias alimenticias poseen una extraña malformación conocida como “economía de miembros inferiores”, que además de inhibir el crecimiento de sus piernitas provoca que donde tendrían que estar las rodillas, ahí nomás les crezcan los pies.

Mas allá de los obvios problemas motrices que semejante dolencia les ocasiona, estos niños tienen tendencia a ser detenidos por la patrulla de alcoholemia cuando conducen sus motos de nieve, ya que de ninguna forma pueden hacer el cuatro; llegando únicamente al 1, al 2 y solo algunos al 3.

Condenados a la burla por su caricaturesco andar, suelen sin embargo destacarse como excelentes nadadores gracias a sus pies con membranas, o por su habilidad para atarse los cordones sin tener que agacharse; destreza que no los libra de la burla, pero si de que les toquen el culo en tales circunstancias.

Es importante difundir esta información, para que todos sepamos a que nos exponemos a la hora de alimentarnos, y que podamos cuidar si asi lo deseamos, la calidad genética de nuestra descendencia.

Este informe no hubiera sido posible sin los datos provistos por la Universidad de Québec; que en este preciso momento se encuentra investigando la relación existente entre el crecimiento de la tasa de natalidad esquimal y el incremento del consumo de sandía en los iglús de clase media.

No saben como tienen el piso de semillas…