Un silencioso acto de vandalismo, una pequeña venganza
con el humor fácil como herramienta,
contra lo que
día a día nos obligan a consumir visualmente. Ninguna pretensión mas allá de esto.

viernes, febrero 08, 2008

Este post resurgió de sus cenizas como el Gato Félix VII

A PROPOSITO DE BOLUDOS:

Como botón de muestra, lo primero que hizo nuestra flamante jefatura de gobierno, fue recurrir al viejo y argentino adagio que reza:
“La posición obliga, y el culo la liga”.

Bajo esta premisa, arremetió contra el ya malogrado esfínter del votante, y sin mediar una palabra de afecto o un lubricante amigable; ahí nomás nos enchufó el aumento del ABL, variando su diámetro de incremento del 100 al 250 por ciento según el barrio.

Cuando me enteré de esta medida no pude evitar pensar en el uso del “PSI” para denominar cosas relacionadas con su actividad en la jerga de los Psicólogos, e imaginar cual sería la abreviatura equivalente para describir el mundillo de la proctología.

Hace unos días, haciendo alarde de inteligencia e ideología, el Macrismo ha presentado un proyecto de ley para combatir a uno de los flagelos mas importantes que azota a nuestra querida Capital Federal: Los “motochorros”

Surgido quizás como una evolución directa de la delirante y “malviajada” idea de Guillermo Cherazny (que proponía emplear a patovicas armados con cadenas para voltear delincuentes motorizados al estilo “Lluvia Negra”); los cerebros transpirados del PRO presentan ahora la propuesta que está siendo analizada, para que los motociclistas y sus eventuales acompañantes sean obligados a llevar el número de la patente en el casco y en un chaleco reflectante cual si de participantes de maratón se tratase.

Aparentemente esta modalidad tiene vigencia en Colombia, en donde sabemos que los sicarios motorizados son fácilmente identificados y neutralizados, convirtiendo a este país en el mas seguro del mundo (seguro que te achuran comiendo un alfajor de maicena en pleno centro de Bogotá a las 3 de la tarde)

Es de público conocimiento que los motociclistas son gente perversa y malintencionada; resentidos sociales que manifiestan su monstruosidad montando vehículos degenerados de dos ruedas, que encuentran en las salideras de bancos y otros hechos aberrantes (como la factura de blogs lamentables) un eficiente desahogo para sus mentes putrefactas y retorcidas.

Era hora de identificarlos con un cartel, no? O dos mejor, uno en la cabeza y otro en la espalda. Y en el culo que lo tiene libre? Que le ponemos, eh? eh?
Che, Mauri, y los ciclistas? Esos también son gente rara, de dos ruedas, todo el día con ese asiento tan finito metido en el culo.
Y ya que estamos, Mauri, pongamos toda la carne en el asador!
Identifiquemos a los negros!
Siii, que idea brillante. Todos sabemos que los negros son malos y ladrones, ya que no les gusta trabajar.
Sería bueno identificarlos, porque no es una cuestión de piel; no señor!
Lo importante es que son “negros de mente”.
De otra forma correríamos el riesgo de ser llamados xenófobos y confundir un morochazo de Fuerte Apache con un bronceado intenso made in Punta del Este.
Te gusta, Mauri? Tu papá de todas formas ya dio el visto bueno.
Ya me pongo a escribir la propuesta; y ahora que lo pienso… que hacemos con el caso de un negro en moto?
Ya se; a esos directamente les ponemos un blanco en la espalda…

Primero se afanaron medio país con los negociados empresarios,
pero como yo cambiaba mi 3CV por un cero KM, no me importó.
Después hicieron negocio con la basura,
pero como yo no era cartonero, tampoco me importó
Después de haberse afanado hasta el papel higiénico de los baños se presentaron a elecciones, y como todo me importa un bledo, los voté.
Ahora se cansaron y sacaron a la calle la máquina de cortar boludos, pero ya es demasiado tarde.

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