Un silencioso acto de vandalismo, una pequeña venganza con el humor fácil como herramienta,
contra lo que día a día nos obligan a consumir visualmente. Ninguna pretensión mas allá de esto.
martes, febrero 13, 2007
Mascotas
En una época supe tener una de estas, pero no sabés como me dejó la casa…
El parquet me quedó a la miseria, tuve que levantarlo todo (y no sabés que asado me hice!*)
Y los sillones ni te cuento! Afilándose las uñas me los dejó hechos pelota.
Lo bueno era que no dejaba pelusa; como tenía hecha la definitiva…
Un día dejé la puerta abierta y se me escapó.
Ahora tengo un gato, que me sale mas barato y encima aunque sea con la mirada, de a ratos tenemos conversaciones mas interesantes.
(* lugar común utilizado con permiso de “Leyendas Gorilas Urbanas & Co.”)
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8 comentarios:
También usté pide imposibles! la cabeza apenas les da para posar!
... siempre son mejores los gatos.
Son más independientes y con una caja de arena se arreglan.
besos
Para seguir en la línea de su afirmación, podría decirle que la neurona extra que las diferencia de las yeguas sirve para que no defequen mientras desfilan...
Absolutamente de acuerdo con lo del gato, aunque tengo un conflicto dialéctico; porque cuando me la trajo un amigo, justamente sus palabras fueron: "mirá el gato que te traje!"
Me gustó el uso de la palabra "dialéctica" en su comentario.
Yo no puedo decirle más que que se aguante, porque en el fondo es culpa suya. Un animal como el de la foto no está preparado para el bidepedismo, y la tensión de adaptarse a tal práctico produce estragos en sus funciones fisiológicas.
Saludos!
J: Eso explica muchas cosas! Como por ejemplo lo bien que se desenvolvía cuando me traía gateando a la cama el diario del domingo atrapado entre sus fauces con revista y clasificados incluídos.
Bien hecho, 71, asi aprenden!
Un honor contar con su visita Maestro!
Seguiremos por la senda del bien...
Saludos!
odio los gatos..en todas sus variantes, formas, colores y olores :)
Lady: No los descartes para siempre... Yo pensaba lo mismo hasta que tuve, muy a mi pesar, el primer gato. Son adictivos. ;)
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