Un silencioso acto de vandalismo, una pequeña venganza
con el humor fácil como herramienta,
contra lo que
día a día nos obligan a consumir visualmente. Ninguna pretensión mas allá de esto.

viernes, enero 19, 2007

Todo tiene su precio


Usted llamaría a una empresa de decoración que cuando se van lo dejan a uno en bolas tirado arriba de un sillón (en el major de los casos) con el totó apuntando al cielo? Medio caro no?
Otra cosa: el remate de “Comodamente” en negrita… no se imaginan a un tipo diciéndotelo al oído agarrándote por detrás del hombro con una mano, mientras con la otra se amasa el miembro amorcillado?
Ah, no? Hagan de cuenta que no leyeron esto ultimo entonces…

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